Los estudiantes universitarios cada día hacen más uso de portátiles, tabletas o móviles inteligentes en las aulas. En clases de prácticas o problemas pueden ser imprescindibles, o al menos útiles, pero en clases de teoría de tipo “lección magistral” pueden ser una distracción hasta para los compañeros que no los usan.

Sana, Weston y Cepeda (2013) han examinado el problema desde el punto de vista de la multitarea (hacer varias cosas al mismo tiempo), considerando que el portátil es un elemento de distracción para el alumnado que tiene que dividir su atención entre el profesor y las distintas actividades que proporciona su pantalla. Estos autores repasan varios trabajos que apuntan que los estudiantes que usan portátiles en clase pueden estar más motivados, pero que también pueden reportar menos satisfacción sobre su educación y tener más posibilidades de estar distraídos, incluso por actividades no académicas (mensajería instantánea, juegos etc.). También citan varios estudios que relacionan el uso de portátiles en clase con peores resultados académicos.

Que los estudiantes se distraigan en clase es difícil de evitar, si no es con el portátil será con el móvil o con otra cosa y, al fin y al cabo, es su decisión. Sin embargo, estos tres autores señalan que es posible que el uso del portátil en el aula distraiga a otros estudiantes también: por ejemplo, las imágenes en movimiento en una pantalla pueden atraer la atención de otros estudiantes cercanos (como cuando se cambia entre aplicaciones). Para apoyar estas ideas, nos presentan los resultados de dos experimentos:

  • En el primero, pidieron a un grupo de estudiantes que fueran a una clase y que tomaran notas en su portátil como tarea principal. A la mitad de estos estudiantes les dieron además una tarea adicional: tenían que llevar a cabo unas actividades online cuando lo prefirieran durante la clase, simulando así las distracciones que pueden tener los alumnos con sus portátiles. Luego se les hizo a todos un test de conocimiento sobre el tema dado. Tras eliminar otras posibles diferencias, el resultado final fue que los alumnos que hicieron multitarea online lo hicieron un 11% peor.

  • En el segundo, pidieron a un nuevo grupo que tomara notas usando lápiz y papel durante la clase. Algunos de estos estudiantes fueron colocados de manera que tuvieran en su campo visual a un compañero con portátil haciendo multitarea, mientras que otros tenían una visión sin distracciones de la lección. Después se les hizo un test de comprensión. Tras eliminar otras posibles diferencias, el resultado fue que los participantes que veían a compañeros haciendo multitarea con sus portátiles lo hicieron un 17% peor que los que veían la lección sin distracciones.

El primer resultado de este estudio es consistente con el resto de la literatura, y con la intuición de muchos profesores: los alumnos que en clase no están centrados porque están haciendo varias cosas en el computador se enteran menos de lo que se les ha contado. El segundo es más novedoso: algunos estudiantes pueden obtener peores resultados por culpa de una decisión de sus compañeros; no tanto la de usar un portátil para tomar notas, como la de usar un portátil para tomar notas y estar haciendo además otras cosas con el.

Prohibir el uso de estas tecnologías en clase parece excesivo, pues pueden ser una herramienta útil en muchos casos, y porque a muchos estudiantes les pueden resultar más prácticas, encajar mejor con su forma de aprender o servirles de motivación para ir a clase. Algunas sugerencias de Sana, Weston y Cepeda son explicar a los estudiantes los problemas que causa el mal uso de los portátiles en el aula, desalentar su uso (o al menos limitar el acceso a Internet durante las clases donde no sea necesario), e incorporarlos a las actividades de clase de manera que los estudiantes los usen constructivamente.

También es interesante la propuesta de Aguilar-Roca, Williams y O’Dowd (2012), que analizan los resultados de separar a los alumnos en una aula físicamente: los que usan portátil en una zona y los que no en otra. En este trabajo los resultados de los estudiantes son bastante similares, aunque encuentran una intrigante correlación entre tomar notas a mano y sacar mejores resultados en el examen, pero el ambiente en clase resulta mejor (los alumnos percibían positivamente la distribución de clase propuesta y entienden que unos alumnos prefieran el portátil para tomar notas y otros el papel). Esta estrategia podría ayudar a evitar que los estudiantes con portátil distrajeran a los que no lo usan.

Referencias

Faria Sana, Tina Weston and Nicholas J. Cepeda, “Laptop multitasking hinders classroom learning for both users and nearby peers”, Computers & Education, vol. 62, pp. 24-31, 2013.

Nancy M. Aguilar-Roca, Adrienne E. Williams and Diane K. O’Dowd, “The impact of laptop-free zones on student performance and attitudes in large lectures”, Computers & Education, vol. 59, pp. 1300-1308, 2012.